Lo bueno de dedicarte a esto es que aprendes a hacer un poco de todo. Aquí una foto de sesión para otro tipo de músicas.
Se trató de una sesión absolutamente distinta: en plena Naturaleza, tratando de buscar una sensación muy alejada de la magia y la fuerza de los directos que acostumbro a cubrir. No es, desde luego, el tipo de imagen que suelo trabajar, ni siquiera que busque, pero, por supuesto, una ha de estar dispuesta a entregar lo que le pida el cliente. Siempre dentro de unos límites, el cliente tiene la razón. O a lo mejor no. ¿Qué pensáis?